El Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn) es una federación que reúne a 25 organizaciones dedicadas a la protección de los derechos de niños y niñas.
“La Convención es un tratado de Derechos Humanos que tardó muchos años en plasmarse y en reconocer que los derechos de los niños eran Derechos Humanos. En nuestro país se tardó mucho más porque, si bien la Convención fue ratificada y notificada rápidamente, nos demoramos 15 años en obtener una legislación nacional que la hiciera operativa. Culturalmente, no había un convencimiento de que era importante una ley nacional adecuada a la Convención, que respetara los Derechos Humanos de chicos y chicas”, recordó Nora Schulman, Directora Ejecutiva del Casacidn.
En 1990, un año después de la sanción de la Convención un grupo de entidades comenzó a luchas para imponer esa ideología en el país: “Nos juntamos varias organizaciones muy disímiles. Tienen que ver con la atención directa de los chicos, con los abogados o con la pediatría, entre otras áreas, pero todas confluimos en el respeto por la dignidad y los Derechos Humanos de los chicos”.
Schulman explicó al programa “Radio Casona” en Radio Arinfo que casi todos los países del mundo tienen seguimiento de la Convención ya que esta incluye un artículo que habilita a Unicef y a otras organizaciones a hacer el seguimiento de las políticas públicas relativas a ellas.
Fue a partir de esa posibilidad que se juntaron los fundadores del Casacidn y la tarea de las Abuelas de Plaza de Mayo merece un reconocimiento especial. “Ellas hicieron un gran esfuerzo para nuclear a organizaciones con trayectorias disímiles, pero que se animaron a hacer un camino común. En eso estamos todavía, consolidándonos y trabajando para salir adelante con los desafíos que implican los cambios de gobierno, la nueva institucionalidad, etcétera”, planteó la actual Directora Ejecutiva de la entidad.
“En estos años se hicieron cosas importantes. Se han conseguido logros desde el Estado y desde las organizaciones también. Se hna producido cambios de paradigmas, mejoras de la situación de los chicos y también en el tema de la institucionalización. Pero, todavía queda mucho por hacer”, sostuvo Schulman.
Y, en esa línea, agregó: “La implementación de la Convención viene lenta pero segura. Si bien los organismos del Estado y las organizaciones de la sociedad civil han aceptado el cambio, aún queda una batalla cultural para dar. La gente, en general, debe aceptar que el niño es un sujeto de derecho y que debemos tender hacia el respeto de su dignidad”.
“También falta la designación del Defensor de los Derechos del Niño, que es una figura sumamente importante para el respeto de los Derechos Humanos. Esa es una deuda pendiente”, subrayó.
A la hora de realizar un balance de lo ocurrido en el país desde la sanción de la Convención hasta la actualidad, la Directora de Casacidn recalcó: “En aquel entonces estábamos en los 90’, que eran años de privatizaciones y de utilización de las organizaciones de la sociedad civil como proveedores del Estado y no desde su rol de defensa de derechos de los chicos. Costó mucho implantar en las organizaciones, sobre todo en las de atención, que el niño no era un objeto a guardar en una institución, para apropiarse de él y pensar por él. En ese sentido, hemos mejorado mucho, dándoles la palabra a los chicos, respetando su individualidad y su posibilidad de salida digna de una institución a través de la creación de programas de apertura a la comunidad”.
“En estos años hemos pasado de instituciones asistencialistas, que todavía las hay, a unas que piensan y actúan de otra manera. Los chicos egresados de las entidades que cambiaron metodología y la forma de trabajo notan esta profunda e importante modificación”, destacó Schulman desde los micrófonos de Radio Arinfo.