Ernesto, el profe, nos distinguió con su solidaridad y amistad. Compartimos estrategias y labor común de acompañamiento de niños y adolescentes. También la preocupación y acción por lograr que el Estado y la sociedad desarrollaran políticas públicas que dieran una respuesta a fondo a la situación de la vulnerabilidad de derechos de la niñez y sus familias en la creación de espacios y redes con experiencias similares.
Ernesto valoró el trabajo cierto, concreto y rechazo el palabrerio en la tarea. Coincidimos en muchas circunstancias y fraternalmente polemizamos en otras. Pero nunca dejamos de ver en él al pionero que encendió la llama.
Junto a los niños, muchos ya hombres que vivieron en Pescaditos y Alborada, a quienes fueron parte de su Asociación, a operadores y profesionales, a amigos y colaboradores, expresamos nuestro dolor por la partida del querido Profe Ernesto.
A.C. La Casona de los Barriletes
Comisión Directiva