Este proyecto de “Espacio Familiar Terapéutico Ambulatorio” nace de los interrogantes que nos planteábamos desde nuestra Institución acerca de las problemáticas de ciertos niños y adolescentes por los que éramos llamados a intervenir. Al profundizar y evaluar estas situaciones personales y familiares, nos encontrábamos con algún referente adulto capaz de hacerse cargo del cuidado del niño y/o adolescente y con deseo para ello. Fuimos evaluando que, acompañando a estos grupos familiares y buscando alternativas terapéuticas para los jóvenes y los adultos, éstos podrían realizar un proceso positivo, evitando así la institucionalización tradicional de estos niños y adolescentes.
Funcionamos como “herramienta familiar terapéutica” de familias atravesadas por procesos de exclusión social, y con limitaciones evidentes para construir lazos sociales en los cuales apoyarse. Son niños y/o adolescentes signados por un pasado de institucionalización psiquiátrica, pero que podrían convivir y pernoctar en sus casas con orientación y acompañamientos en la inserción en ámbitos de la salud mental ambulatoria (psicológica y psiquiátrica), educativos y/o sociales (actividades recreativas), y requieren de un fuerte trabajo de fortalecimiento, reflexión y asesoramiento familiar, social y legal. De esta forma, buscamos construir redes locales y un tejido social que funcione como soporte tanto para el niño y/o al adolescente como a su familia. El resultado obtenido es valioso a nivel cualitativo para las diversas familias con las cuales venimos trabajando.
Desde nuestra óptica de trabajo, no concebimos a la problemática como individual, es decir, perteneciente en absoluto al niño y/o adolescente por el cual somos llamados a intervenir. Este modo de pensar trae aparejado que, es parte fundamental del dispositivo, el compromiso y la participación del o los adultos responsables de los niños y/o adolescentes con los cuales intervenimos. Con ellos realizamos una reunión quincenal que tiene como objetivo problematizar los escenarios familiares a nivel grupal, así no se producen situaciones de culpabilización individual, que muchas veces se traducen en retraimiento y pasividad, acciones que confrontamos a diario para intentar construir un sujeto activo que de frente a sus problemáticas.
El equipo de trabajo está compuesto por profesionales en psiquiatria infanto-juvenil, psicología, trabajo social, abogacía y acompañantes terapéuticos; y es dirigido por la Lic. María Galzerano Guida, presidenta de la Asociación Civil.
De esta manera, por lo expuesto, el espíritu del proyecto, es respetar y accionar de acuerdo a la ley nacional 26.061, y/o 114 y 448 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; las cuales sostienen, que la institucionalización de todo niño y/o adolescente, debe ser el último recurso al que debe recurrir cada institución que trabaje en la temática que tanto nos interesa.