“Cuando llega un hijo con discapacidad, cambia la vida totalmente: la crianza de los otros hijos, hay que pensar en brindar condiciones dignas de vida en materia de vivienda, salud, etcétera. Pensamos que tenemos trabajo y que, por intermedio de la obra social, lo vamos a poder atender, pero de repente encontramos obstáculos. Las personas que debieran ofrecer tratamientos dignos los niegan. Se cierran las puertas”, lamentó en base a su propia experiencia de vida.
Cada vez que reclamaba los tratamientos para su hijo, que según la ley le correspondían, Rosa encontraba obstáculos. Cuando los sorteaba, siempre aparecía una nueva problemática más grave a la anterior.
“Con participación, dedicación y capacitación, podemos hacer que las personas con discapacidad sean sujetos de derecho, sin discriminación, y que puedan tener una vida plena con educación, recreación, deporte, buena salud y vida en familia”, destacó la titular de la Asociación Civil Juntos por el Futuro en diálogo con “Radio casona” por Radio Arinfo.
En ese marco, denunció que los jóvenes con padecimiento mental sufren “exclusión social y familiar, internación, maltrato y tortura”
Rosa integra el ‘Colectivo 448’, cuyo objetivo es hacer que se cumpla la ley de salud mental de la Ciudad de Buenos Aires y que se respete a los pacientes, ante el atropello de las obras sociales que no quieren cumplir lo que les coresponde. Asimismo, planteó que a cinco años de la sanción de la ley nacional (26657), aún hay “una resistencia de los poderes hegemónicos” a cumplirla.
“El espíritu de la ley es dar trato digno a las personas y disponer los dispositivos necesarios, junto a los equipos interdisciplinarios. Como familiar que apuesta al cambio, a veces uno se siente desalentado. No hay que sacar más leyes, sino cumplir las existentes. La salud es una sola”, recalcó Rosa.
Actualmente, la Asociación Civil Juntos por el Futuro articula con otras instituciones. Trabajan con la Red de Acción de la Comuna 15, en base a problemáticas de educación, salud y discapacidad, entre otras.
“Muchas veces, a pesar de que está presente el Estado, hay un encierro subjetivo en la persona de no querer llevar o mostrar su problema. De allí la importancia de la comunidad: deben saber de que hay personas que están preocupadas porque se dignifique su vida”, concluyó Rosa desde los micrófonos de Radio Arinfo.
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Nota de (Arinfo)