La Casona estuvo presente en el homenaje al Profesor Ernesto Muller

La actividad contó con la presencia de los compañeros de la Fundación Alborada, Directores y representantes de otros Hogares, personal de la Dirección General de Niñez y Adolescencia (DGNyA), la Ministra de Desarrollo Social, la Subsecretaria de Promoción Social y la Directora General de Niñez y Adolescencia del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Junto a las emocionantes palabras de varios miembros de la Fundación Alborada y los discursos oficiales, habló en nombre de la RED DE HOGARES con Convenio con la DGNyA, Fabian Gaitan, trabajador social, ex director del Hogar San Benito.

Entre otras palabras, expresó que:

La aparición de importantes cantidades de niños en situación de calle y un estado que se replegaba de sus funciones básicas a principios de los 90, dio pauta a que se intentara hacer algo, en ese camino de voluntarismo y compromiso con el otro.

Fuimos muchos los que decidimos movernos por ese fenómeno creciente de niños sucios de abandono y pegamento.

Con un estado negligentemente ausente, con poca experiencia en el tema y la indiferencia general, comenzamos con el afán de saber cómo cambiar la realidad, como cambiar algo que ni siquiera tenia nombre. Si, así es, aun ni siquiera eran ¨chicos de la calle¨, …….luego vendrán las discusiones teóricas, luego llegaron los programas o direcciones estatales, mucho pero mucho después ………..los presupuestos.

En la búsqueda de cómo hacer, en esas interminables reuniones de educadores, voluntarios y operadores de calle, alguien me dice …. ¨Anda a ver a Ernesto Muller del HOGAR Alborada, el hace mucho que se dedica al tema¨.
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Conocí a Ernesto en el año 91 y él ya llevaba bastante tiempo trabajando, ya tenía el hogar.
Lo conocí junto a otro grande…… a Juan Von Engel de MAMA. Tener un hogar para chicos de la calle, significaba literalmente eso, una casa para chicos, sin subsidios, sin becas, sin apoyo estatal. Se les llamaba hogares alternativos, en contraposición a los institutos y macros hogares que eran el modelo que primaba en ese momento inspirados en Don Bosco, voraces lectores de Paulo Freire, y aprendiendo de los chicos.

Ernesto siempre me habló de “sus” pibes con amor, con dolor, con admiración, con orgullo, con frustración, sabía cada situación, cada miedo, cada sueño. El estar, la presencia, la palabra,….. Ernesto sabe de lo terapéutico de un cumpleaños, de las angustia de las navidades, de la sorpresa de conocer el mar, del logro de terminar la primaria. Ernesto sabe de las visitas de familiares que nunca llegan, de las lágrimas nocturnas y a escondidas. Aprendió que los maltratos dejan marcas que ni jueces ni terapeutas pueden entender, en cada oportunidad que tuve lo llenaba de preguntas, quería saber……… , y el me mostraba que se trataba de sentir y me hablaba de sus pibes.

Siempre hablaba de los pibes, el maestro enseña con su ejemplo.

Ernesto, el profe, no se puede limitar ni recortar solo en su rol de director de hogar para chicos. Ernesto participó en los hitos fundacionales que determinaron el progresivo avance en los derechos del niño, batalló para que un modelo de intervención humanizado y amoroso se impusiera sobre la lógica del patronato de menores.

Junto a él, a Alberto Morlaquetti de Pelota de Trapo, al Padre Elvio y Marite Vila de La Casita, al Padre Farinello, MAMA, entre otras organizaciones y movimientos, se colabora y se apoyó la creación de la Ley 114 en la CABA, se insiste en la incorporación de la Convención de los Derechos del Niño en la reforma de la Constitución Nacional del año 94 y la gran cruzada para lograr la Ley 26. 061, la del interés superior del niño y su posterior reglamentación, que haría el Presidente Nestor Kirchner, en la primera etapa de su mandato.

Ernesto estaba en todo, en la cocina de su hogar y luego se sentaba con los funcionaros y especialistas que, con los años, fueron llegando para explicar como se hace lo que ya se venia haciendo.

Un tiempo donde las leyes no alcanzaban o no existían,…. donde en los libros no había explicaciones, donde el silencio era más grande que lo que se veía. Aún hoy donde hay cinco, seis, o siete organismos estatales para controlar, monitorear o seguir a un Hogar, donde aun el presupuesto es menor al numero de exigencias que se le imponen a los hogares: Hoy donde se habla de estrategias de intervención sin saber el nombre del chico, la figura que representa el Hogar Alborada nos da una clara señal, que el compromiso y el amor pueden ser lo que a veces falta.

Los 90…………. Una época épica de creación de nuevos paradigmas que requirió de luchadores y Ernesto, ha sido y es uno de esos.

Gracias, Profe.

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